Las calabazas ya están decoradas para la ocasión, las sembró mi padre, y las hemos estado cuidando y vigilando, hasta que ha llegado la hora de cortarlas, vaciarlas, e iluminarlas para que luzcan en la escalera de la entrada.
Y también están preparados los dulces para los niños que pasen por casa, hagan un trato conmigo y se lleven estas dulces y terroríficas galletas. (Si es que puedo mantener a los de casa alejados de la cesta).
La receta es la que normalmente hago (galletas).
Que paséis una noche terrorificamente divertida, aunque sea una fiesta importada, lo importante es disfrutar con o sin niños. Las mías son mayores, pero he disfrutado preparándoselas para llevar a sus respectivas cenas, y además Laura ha querido que la enseñara a decorarlas.
María.