No suelo comer nada silvestre si no estoy segura de que sea comestible, pero toda la vida he recogido madroños, me gusta mucho el arbusto, y disfruto cogiéndolos, aunque hay que comerlos con moderación porque emborrachan.
Es un árbol perenne, originario del Mediterráneo, presenta unas flores blancas a final de otoño, momento en el que madura la fruta esférica del año anterior, y se utiliza para elaborar dulces, elementos de confitería, licores y sorbetes. Es ligeramente espinosa, semejante a un litchi.
Ahora es el momento de recolectarlos y preparar el licor, ya que tiene que macerar un mínimo de seis meses.
Este es el que me queda del año pasado, y he preparado un poco más para no se acabe.
Ingredientes:
500 grs.de madroños
1/2 de orujo
250 grs. de azúcar
125 ml.de agua
Elaboración:
- Lavar, escurrir y secar bien los madroños.
- Disolver el azúcar en el agua a fuego lento. Dejar enfriar.
- Mezclar el orujo con el almíbar anterior y verter sobre los madroños.
- Tapar y guardar como mínimo seis meses en un sitio oscuro.
- Pasado este tiempo filtrar el licor por un filtro de cafetera.
Ya he comentado en otras ocasiones cuanto me gusta sembrar y cuidar mis hierbas aromáticas, o cualquier planta que pueda crecer en una maceta. Hace unos años en un huerto de plantas autóctonas de Mallorca, encontré una maceta con un Arbustus unedo (madroñero), y para casa que me lo lleve. En esta foto se puede apreciar uno de los ramilletes que tiene mi árbol, está lleno, espero que no se los lleve el viento, y el año que viene los recolecte directamente de mi terraza.
Con esta receta quiero participar en el concurso que organiza La flor de calabacin: I concurso de comidas silvestres.
María.