Whole kitchen en su propuesta dulce para el mes de junio nos invita a preparar un clásico de la repostería, la Pavlova.
Postre elaborado con un merengue, que se denomina así, en honor a la bailarina Anna Pávlova. Es un plato característico por ser muy crujiente por fuera y muy suave y ligero en el interior.
El origen del postre se lo disputan entre los habitantes de Nueva Zelanda y los de Austria, pero como dicen lo que importa es que alguien lo haya inventado, porque está buenísimo.
Ingredientes:(para 8-10 personas)
6 claras de huevo
300 gr.de azúcar
1 cucharada de vinagre
En mi caso lo cubrí con nata montada, fresas, y unas filigranas de chocolate blanco, que con este calor me costó lo suyo que se mantuvieran lo justo para la foto, así que está decoración mejor dejarla para cuando vuelva a refrescar. Y para prepararla es tan sencillo como derretir chocolate blanco unos segundos en el microondas y con una manga pastelera sobre un papel sulfurizado hacer los dibujos que más nos gusten.
Elaboración:
- Precalentar el horno a 180º, cubrir una bandeja con papel de horno.
- Batir las claras de huevo hasta que formen picos, después añadir el azúcar poco a poco, hasta que el merengue esté perfectamente montado y brillante. Añadir el vinagre y mezclar de forma envolvente hasta que esté totalmente integrado.
- Colocar la mezcla en una manga pastelera y formar un circulo de 23 cm. de diámetro aproximadamente, bajar la temperatura del horno a 150º, y cocer durante una hora y cuarto, (yo lo dividí en tres circulos más pequeños) pasado este tiempo, apagar el horno, abrir la puerta y esperar que se enfríe del todo.
- Una vez frío, dar la vuelta a la pavlova, cubrir con nata montada y fresas.