Un clásico en versión light, y que junto con el flan aromatizado con menta, pasara a ser un clásico en la carta de postres diarios en casa. Nos cuesta renunciar al postre, y esta opción es una buena manera de acabar una comida familiar sin necesidad de ingerir "tromilcalorías", y sobre todo sin sentirme culpable por ello.
Ingredientes para la base: (para un molde de 20 cm.)
1 Clara de huevo
2 Cucharadita de Leche en Polvo
1 Cucharadita de Queso Batido Desnatado
1 Cucharada de maizena
1/2 Cucharada de levadura
1/2 Cucharada de fructosa
Opcional: unas gotas de aroma de vainilla
Ingredientes para el Relleno:
300 gr de queso de untar light
5 claras
1 vaso de leche descremada
2 cucharitas de esencia de vainilla
2 cucharitas de fructosa
La ralladura de un limón
Elaboración de la base:
- batir todos los ingredientes con la batidora y verterlos en un molde desmoldable. Precalentar el horno 180ºC durante unos 20 minutos, ir comprobando hasta que se vea cuajada la masa.
- Precalentar el horno a temperatura alta.
- En un bol, mezclar todos los ingredientes hasta que esten todos integrados.
- Verter encima de la base cuajda.
- Cocinar, a una temperatura media, hasta que quede bien cocido, (unos 40 min.).
- Cuando esté hecho, apagar el horno, pero dejar que se enfríe dentro con la puerta abierta.
- Dejarlo enfriar totalmente antes de meterlo en la nevera.
María.