No soy demasiado de las máquinas, más que nada porque para utilizarlas no hay que guardarlas en un armario de cocina, y pronto tendremos que pensar seriamente quién tendrá que salir para recolocar nuevas adquisiciones, siempre da pereza desempolvarlas para alguna ocasión si las tenemos bien recogiditas, y también porque (este es nuestro caso), es una"tentación que no vive en la casa de al lado"; retomando al inicio de la entrada los que me conocen deben estar pensando "pues menos mal que no le gustan las máquinas", pero es verdad, pocas son las que yo he comprado directamente, siempre caen "como un regalo para mi", del que a buen seguro todos salen beneficiados, ¿será por eso que me regalaron esta?, aunque sea así, yo ya disfruto si el resultado es bueno y se saca un buen provecho.
Siendo los donuts (los comerciales) otro icono de la fast food américana, en el taller de Slow Food nos hemos permitido una mini recreación casera de estas rosquillas tan famosas y que debido al tiempo del mismo en está ocasión, son caseritos... pero con máquina.
Ingredientes para la masa: (para 60 mini-donuts)
50 gr.de mantequilla fundida
3 huevos
150 gr.de azúcar
200 ml. de leche
una pizca de sal
1 cdta.de esencia de vainilla
300 gr.de harina de repostería
1 paquete de levadura en polvo
aceite de girasol (para pintar el molde)
Elaboración:
- Mezclar con unas varillas la mantequilla, los huevos, el azúcar y la leche.
- Seguir batiendo y añadir la vainilla y la sal.
- Tamizar la harina, añadir la levadura, y verter poco a poco a la mezcla anterior sin dejar de batir hasta que esté totalmente integrada.
- Dejar reposar 1/2 hora antes de prepararlos.
- Encender la máquina, pintar con un pincel impregnado de aceite de girasol, y cuando esté caliente rellenar hasta la mitad, cerrar y en apenas un minuto tenemos nuestra primera tanda de mini-donuts.
- Dejar enfriar antes de cubrirlos de glasa.
Por cada 100 gr.de azúcar glas dos cucharadas de agua templada.
En mi caso para cubrir los 60, (aunque me bajo considerablemente la cantidad, no hay manera de que dejaran de pasar por la cocina, y eso que sin el azúcar, para mi gusto, estaban un poco "sosos"), utilicé 450 gr.de azúcar glas.
De nuevo (si se puede resistir) hay que dejar que se seque bien la glasa (unas dos horas).
María.