¿Se puede cocinar con amor? yo creo que sí, es uno de los lemas que he intentado inculcar, "poner un poquito de amor en lo que hacemos", y sobre todo si va dirigido a otras personas, pensando en menús variados y dedicándole tiempo a su preparación. Disfrutar con lo que comes, saborear cada bocado, y dedicarle el tiempo que se merece, es darle amor a la comida.
Pero cuando llega el mes de febrero "el amor" se convierte un poco (bueno en realidad, bastante) comercial, olvidándonos de lo que no se puede comprar, recordar la importancia que tiene compartir nuestra vida, el día a día, risas, dificultades y problemas con la persona que hemos elegido para mirar juntos el camino recorrido y el que nos queda por vivir.
Con los e-mails, whatsapp, y toda la revolución tecnológica de hoy en día, estando practicamente conectados al momentos desde cualquier punto del planeta, ya no se reciben "cartas de amor", yo tengo que decir (que aunque no soy tan mayor), he recibo muuuuchas cartas de amor, era la única manera de estar comunicados en la distancia, el teléfono tampoco era tan accesible como ahora.
Si queréis sorprender con esta manera dulce de enviar "cartas de amor", seguir la receta de las galletas con glasa.
No tenía cortador para la carta con corazón, así que hice una plantilla del dibujo, y a recortar las galletas.
Comercial, o no, no debemos olvidarnos de que todos los días del año sea San Valentín.
María.