Los seguidores de mi pagina en facebook ya vieron lo maravillada que vine de la visita a los mercadillos navideños en Colonia. Coincidíamos todos unos días y para Alemania que nos fuimos, objetivos:
1.-desconectar, desconectamos, todo el día pateando sin parar.
2.-Empaparnos de Navidad..., no es muy difícil, sales de un mercadillo navideño y al girar la esquina ya estas dentro de otro, disfruté.
3.-Tampoco era una misión muy difícil de cumplir, había tanta gente en las casetas donde preparaban las típicas salchichas que obligatoriamente tenías que llevarte una para poder seguir la visita al mercadillo.
El primer mercadillo que visitamos está a los pies de la parte trasera de la Catedral (Weihnachtsmarkt am Kölner Dom), presidido por un espectacular árbol de navidad con un escenario en el centro dónde puedes tomarte un chocolate o Glühwein (vino caliente especiado) mientras se suceden actuaciones musicales, rodeado de puestos de madera llenos de tentaciones, miles adornos, regalos, y muucha gastronomía, allí ya me encontré con los primeros puestos de galletas, algo diferentes, son de pan de jengibre y la decoración con glasa es mínima, no podía esperar para probarlas. Todo el mercadillo esta cubierto con una "carpa" de estrellas luminosas, impresionante.
Aquí probamos unas tortitas de patata frita crujiente (para nosotros bastante aceitosas) pero debíamos ser los únicos a los que no nos gustaron demasiado, porque no había persona en el mercadillo que no fuera degustando una tortita mientras paseaba.
Mirar que patatas tenían en el puesto, todo corazón!
No opinamos lo mismo de la ración de champiñones con una base de cebolla y nata especiada, repetimos.
El Mercado del casco antiguo, (Weihnachtsmarckt kölner Altstadt) y casi unido el Alter Markt, nos encantó, está decorado todo con duendes, con productos naturales y artesanales, creo que es el mercadillo en que había más casetas gastronómicas con especialidades locales.
En este mercado comimos las Bratwurst en todas sus versiones, yo prefería la sencilla, con ketchup o mostaza, pero entre los mios la Currywurst gustó mucho, salchicha troceada con salsa picante de curry.
Se acompañaba con chucrut y con una Kölsch (cerveza local).
"Flammbuchen", una especie de pizza, que se hace con nata, crema de queso, bacon y más nata, las encontramos un poco insípidas, supongo que comparando con las pizzas italianas le faltaba un poco de "material". La caseta, como todas muy ambientada con un horno integrado que no paraba ni un momento.
Y de vez en cuando un alto en el camino con una taza de Glühwein, vino caliente especiado; Tomamos una variedad con un terrón de azúcar moreno bañado en ron y flambeado, vamos, que no se pasaba frío.
Una curiosidad, -las tazas donde bebíamos el Glühwein eran diferentes en cada mercadillo, temáticas al estilo de cada mercado, cambiando el diseño cada año, para los coleccionistas, pagabas el vino y 2,50€ por la taza que te los retornaban al devolver la taza.
Una de las casetas me tenía maravillada, llena de caramelos, me quedé embobada como trabajaban el azúcar y formaban esas piruletas tan vistosas, y además eran simpatiquisimos y posaban para las fotos.
Una pasada la caseta de castañas asadas...
No faltaba la presencia de los quesos de la vecina suiza, deliciosa la fondue de queso, o los bocadillos de raclette.
Los postres..., puestos repletos de brochetas de fruta chocolateada, madre mía, no había sitio para ni una caloría más.
Waffles, cuya raciones eran aptas para cuatro personas como mínimo, cubiertos de nata, sirope, fruta, y, calorías...
No podían faltar los Strudel, salados y dulces, con todo tipo de rellenos. Yo opté por probar uno relleno de frutos rojos con semillas de amapola..., y más calorías...
Mercado de los Angeles (Mark der Engel, Weihnacht auf dem Neumarkt), un mercado precioso, y como su nombre indica está basado en la figura de los ángeles, que forma parte de la decoración de todas las casetas. Aquí se encuentran casetas repletas de arte, pintores, vidrieros, hojalateros, floristas, fieltro..., y (redoble de tambores), encontré esta caseta repleta de cortadores, todavía los estoy visualizando por si me dejé alguno que podría aprovechar..., aunque ya tengo la página web para ir refrescandome. Mi familia decidió ir a degustar un chocolate y dejarme a mi aire, creo que se cansaron de verme pegada al stand. Muchos de los cortadores los puedes comprar online, pero ver tantos juntos en vivo y en directo es una pasada.
Consigo decidirme por los que quería, y muy a mi pesar me alejo de la caseta..., y zas!!!... justo detrás, la famosa tienda de adornos navideños de Kate Wolfhart.
Seguimos el recorrido por este pintoresco mercado, que hasta los embutidos estaban cubiertos con traje navideños.
Encontramos un puesto de churros con una cola increíble para llevarse una ración, como nosotros los tenemos aquí bien buenos, optamos por dejar estas calorías en la caseta.
Con el estomago lleno nos dirigimos al Mercado del Jardín de Stadtgarten (Weihnachtsmarkt im Stadtgarten), está ubicado en el parque más antiguo de Colonia, con un ambiente muy relajado.
Aunque somos adultos, no dejamos de visitar el pequeño mercado ambientado para los peques (Märchenweihnachtsmarkt auf dem Rudolfplatz), con un enormeeee Papa Noel en la entrada y donde hasta las papeleras están decoradas.
Nos quedaba el mercado del puerto (Kölner hafen weihnachtsmarkt), a orillas del Rhin, hacía un día precioso y fue un placer llegar a este mercado maritímo paseando, con el museo del chocolate al lado, que por supuesto visitamos y que haré una entrada solo para él.
Era el lugar idóneo para probar los bocadillos de pescado, Matjes o Hering, nos decidimos comernos uno de salmón con salsa de eneldo. La caseta como todas espectaculares; los filetes de salmón los clavaban en unos listones y asados a fuego vivo.
Estos han sido algunos de los placeres culinarios que probamos en los mercadillos, siendo la mayoría street food no deja de ser un placer para el paladar, bueno, bonito y barato.
Visitando estos mercadillos, tienes la sensación de pasear por una Navidad de cuento.
Felices Fiestas!!
María.