Falsos canelones de espárragos con bechamel de calabacín, y... un paseo por los campos de almendros en flor en Mallorca.
Y como mallorquina, además de una mirada al mar, recomiendo adentrarnos en el Pla de Mallorca y disfrutar de los almendros en flor. A final de enero empiezan a verse alguna florecilla como preludio del paisaje casi poético que estos árboles floridos nos ofrecen, animándonos a pensar que la primavera está próxima; La realidad es otra, como podemos ver en la foto, es curiosos ver los almendros cubiertos de su blanca flor, al pie de las blancas montañas nevadas de la sierra.
Es casi inevitable no parar a fotografiar este espectáculo, los encontramos en grandes extensiones perfectamente alineados, campos que comparten espacio muy bien avenidos, con sus vecinos, los olivos y algarrobos, que aunque no destacan con su floración, no restan belleza al paisaje, ofreciéndonos parte del milagro culinario de Mallorca.
Pinchar en este enlace y no dejéis de leer esa particular y dulce visión que transmite mirar los almendros en flor, me encanta.
Ya estamos en marzo, las flores casi han desaparecido y los almendros nos muestras sus primeros brotes verdes invernales mientras va engordando su fruto. Me acabo de acordar de los empachos que cogía comiendo ametlons (almendra todavía verde) como disfrutaba cuando era niña comiéndomelas directamente del árbol.
En pleno verano ya tenemos la almendra en su punto para recogerla, para preparar gató, helado de almendra, y más adelante para Navidad imprescindible para el turrón de Jijona, las cocas de turrón o el tambor de almendra: No solo empleamos la almendra para la repostería, tostadas en el horno nos las comemos con el aperitivo, y en los platos salados, forman parte esencial en las picadas que dan consistencia y sabor a los guisos.
Y la pregunta es:
- ¿qué tiene que ver los almendros en flor, y las almendras con la receta de hoy?
- pues no mucho, mejor dicho nada, pendiente de preparar, catarlo y publicar un delicioso "menja blanc" (postre mallorquín con almendras), os dejo con una sencilla receta como entrante o una cena muy ligera y de la que tengo la versión verano.
Ingredientes:
1 bote de espárragos blancos
1 paquete de pechugas de pavo, loncha fina, Campofrio
1 calabacín sin pelar (alrededor de 150 gr.), picado en taquitos pequeños
50 gr. de leche desnatada
15 gr. de cebolla rallada o picada muy pequeña
1 cucharada (de postre) de aceite
1 quesito
sal, pimienta
perejil fresco picado
Elaboración:
- En una sartén caliente, verter el aceite, el calabacín y la cebolla, sal-pimentar y rehogar unos minutos, añadir la leche, integrar todos los ingredientes sin dejar de remover, aproximadamente unos 10 minutos a temperatura ambiente.
- Retirar, dejar enfriar un poco, añadir el quesito y triturar hasta tener la consistencia deseada.
Elaboración Thermomix:
- Poner el calabacín troceado en el vaso, añadir la leche, la cebolla y el aceite.
- Programar 15 minutos, temperatura 100º, velocidad 1.
- Cuando termine, triturar en velocidad 5 durante unos segundos, añadir los quesitos y terminar de triturar. Revisar que esté triturado con la consistencia deseada, o repetir la operación.
- Sazonar con sal y pimienta.
Montaje:
- En una loncha de pechuga de pavo disponer 1/2 cucharada de la bechamel de calabacín y dos espárragos blancos, enrollar, formando un canelón y repetir la operación con todos los espárragos.
- Verter la "bechamel" encima de los canelones de pechuga de pavo y espárragos. Espolvorear con perejil cortado.
En apenas 30 minutos podemos tener preparado este sano y sencillo plato, así que recomiendo lo preparemos y directo a la mesa.
Espero que os haya gustado mi particular paseo pre-primaveral, y la RECETA (aunque no sea con almendras, jajaja)
María.
