Todas las recetas que pongo por aquí pasan por mi mesa, por eso la mayoría las podemos dejar preparadas incluso el día anterior, son sencillas, del día a día, pero este postre mejor hacerlo para comer al momento, dejarlo preparado antes de sentarnos a la mesa, y nos lo comemos templado, así que vamos a dejar este crumble para el día de -no trabajo oficial, pero no lo dejéis demasiado, solo con el olor que nos invade cuando lo sacamos del horno ya empezamos a salivar.
Ingredientes: (para 4 personas)
400 grs. de manzana
1/2 cucharada de pasas de corinto
30 grs. de azúcar
75 grs. de azúcar moreno
75 grs. de harina
75 grs. de almendra en polvo
100 grs. de mantequilla
1/2 limón
1 cucharada de canela
Elaboración:
- Para el crumble: poner en un bol la harina, la almendra en polvo y el azúcar morena.
- Añadir 70 g de mantequilla en dados. Mezclar rápidamente todo con la punta de los dedos para obtener una especie de "migas". Colocar en la nevera.
- Pelar las manzanas, cortarlas en cuartos, retirar el corazón, rociarlas con zumo de limón y volver a cortar cada cuarto por la mitad. Poner a calentar 30 g de mantequilla en una sartén. Agregar las manzanas, espolvorearlas con los 30 g de azúcar y dorarlas durante 10 min. a fuego lento, añadir las pasas de Corinto y dar unas vueltas.
- Precalentar el horno a 180ºC. Engrasar una fuente de gratinar, en mi caso lo hice en moldes individuales.
- Colocar las manzanas en la base, espolvorearlas con canela y cubrirlas con el crumble desmigándola con los dedos. Meter en el horno y dejar cocer durante 30 min.
- Servir templado.
* Aunque yo lo serví como postre individual, lo podemos acompañar con nata o helado de vainilla.
María.