En verano el huerto que llevan mis padres se tiñe de rojo, tomates para ensalada, con un olor increíble y los tomates de ramallet para colgarlos en ristras perfectamente alineadas (como me gusta verlos así tan colocados), y por supuesto degustarlos durante todo el año, para restregar en el pa amb olí o preparar un sofrito para arroz brut o un fondo de paella.
Este año han recolectado alrededor de 40 kg., teniendo en cuenta que a principios de verano mi padre estuvo un poco pachucho, no está nada mal. Mucho trabajo mantenerlo, pero a la vez les da vida.
Le hice un pequeño vídeo con el móvil mientras estaba con la tarea, si queréis verlo pinchar en este enlace, lo subí a youtube. Se turnan en esta labor, mi padre lo hace como veis en el vídeo, tiene unos ganchos en una viga donde ata la cuerda, y mi madre los hace encima de una mesa.
Necesitamos:
cuerda de pita
hilo fuerte
una aguja
tijeras
y los tomates, recogidos un poco verdes, como veis en la foto inferior.
- Para hacer la ristra, los tomates tienen que estar prácticamente recién cortados (con un poquito de tallo), si esperamos, se seca el tallo y al "coserlo" se rescrebaja y no se aguantan.
- Preparar, en su caso, un trozo de 50 cm. cuerda, en un extremo hacer un lazo para poder colgar la ristra y en el otro cabo hacer un nudo.
- Tan sencillo como ir cosiendo el pedúnculo a la cuerda, pasarlo un par de veces para reforzar que no se caigan. Ir añadiendo tomates sin coserlos muy juntos hasta llegar al final de la ristra, rematar el hilo y listo.
- En casa los cuelgan en una viga de madera en el porche que están bien ventilados, no les da el sol y la temperatura no es excesiva.
Me acabo de dar cuenta que he dicho "tan sencillo como...", tengo que rectificar, -tan sencillo como verlo hacer, porque en un primer intento me cargué varios "tallitos".
Lo próximo como enristrar ajos, quedan unas ristras preciosas.