He hecho un par de talleres de helados y me gustaría compartir lo aprendido, no sin antes haber hecho algunas pruebas y pasar el certificado de calidad de mi familia; mientras estoy en ello, en casa no faltan los helados/sorbetes versión rápida pero no por ello sin dejar de sorprender, este año hemos descubierto, los polos con frutas, que se los come como "capricho dulce" el padre de familia, el de fresa asignado a Marta y éste me parece ideal para acabar una comida sin tener remordimientos.
Ingredientes:
600 grs. de piña congelada (yo piña Del Monte, nunca me falla, pero esta semana pasada lo probé con la bolsa de piña congelada Hacendado y estaba aceptable)
1 cm. de raíz de jengibre pelada y rallada
1 cucharada de sirope de arce
pimienta de molinillo
unas hojas de albahaca
Elaboración:
- Pelar y cortar en taquitos la piña, (si es Del Monte, yo pongo hasta el corazón se come perfectamente) congelar en una bandeja.
- Verter en el vaso de nuestra batidora la piña congelada, la raíz del jengibre, la cucharada de arce y batir hasta obtener una pasta homogénea. Si tenéis Thermomix, 1 min., vel. progresiva hasta 10.
- Añadir la hojas de albahaca limpia, seca y cortada muy pequeña, unas vueltas del molinillo de pimienta. Batir unos segundos más hasta conseguir un sorbete cremoso.
NOTA: Podemos degustarlo al momento, pero yo lo encontré mejor después de reposar un par de horas, pero si lo dejamos de un día para otro no nos gustó tanto. Lo ideal hacerlo por la mañana si es para el medidodía o cuando preparamos la comida si pensamos tomarlo a la merienda o la cena.